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jueves, agosto 17, 2006

Fiestas de la Cosecha en Pereira

El municipio de Pereira está en el centro de la región occidental del territorio Colombiano, en un pequeño valle formado por la terminación de un contra fuerte que se desprende de la cordillera central. Su estratégica localización central dentro de la región cafetera, lo ubica dentro del panorama económico nacional e internacional, estando unido vialmente con los tres centros urbanos más importantes del territorio nacional y con los medios tanto marítimos como aéreos de comunicación internacionales.

Desfile de apertura de las fiestas

Y como cada año tendremos la exposición de Orquideas y Flores esta vez en el Centro de exposiciones Expofuturo del 31 de agosto al 3 de septiembre.

Desfile inuagural

Desfile inaugural

Desfile inaugural

Fesfile Inaugural

2 comentarios:

JAIMILLIN55 dijo...

NO PODEMOS SER INDOLENTES, ANTE EL SUFRIMIENTO DE NUESTROS HERMANOS SECUESTRADOS Y SUS FAMILIAS; ELLOS NECESITAN DE DE UNA GRAN CONCIENCIA HUMANA; COMENCEMOS A CREARLA.

LAS CADENAS INFAMES DEL SECUESTRO
El sol resplandeciente de una primaveral mañana,
el presagio de un día de invierno o de alboroza esperanza;
el cantar de un pájaro, los niños jugando en un parque,
los transeúntes y sus andares, el olor a perros, el olor a calle;
el humo de los carros, las motos rodando como enjambres,
el bullicio de un comercio, los gritos desaforados de los vendedores informales.
El bing bang del viejo reloj, de una iglesia, atrasado en el tiempo,
la suplica lastimera de un abandonado mendigo casi deshecho;
el pregonar y las maromas recicladas de un payaso,
los cantores de la calle en un ruidoso concierto;
los hermosos sueños con los cuales, cada mañana, llorando despierto;
se me los han robado estas malditas cadenas infames del secuestro.

El acompañar los lastimeros y cansados pasos de mis viejos,
un abrazo a mis hermanos, limpiar Las heridas a mis hijos, en sus juegos;
un beso a mi mujer, con noches de romántico ensueño,
un reclamo, un alegato, que nos ha hecho querernos más, y más en el tiempo;
un madrugar, un anochecer con mi familia, acompañando sus anhelos,
un cafecito en un bar, un juego de billar, mis amigos y sus cuentos;
un partido de futbol, un juego de sapo, o un buen concierto cervecero,
las labores de un empleo, y hasta las oraciones de gracias al Dios del universo;
los hermosos sueños con los cuales, cada mañana, llorando despierto;
se me los han robado estas malditas cadenas infames del secuestro.

Todos los recuerdos de mi precoz niñez con la dulzura incomprensiva de mis sueños,
el caminar de mi juventud con mis múltiples experiencias y desaciertos;
el progresar y la lucha de mis deseos, un forjar de hombre bueno,
el regalo de la vida hacia el futuro de mis hijos de mis nietos;
envejeciendo del brazo de mi mujer, ella baston de mi ultimo sendero,
mortaja sin miedos al aprendizaje de la moral de mis recuerdos;
los hermosos sueños con los cuales, cada mañana, llorando despierto;
se me los han robado estas malditas cadenas infames del secuestro.

Y de los sueños de mis hijos, reclamando por una infancia sin su padre,
hoy jóvenes de frente arrugada, como ella envejece, sus sueños han envejecido;
y los sueños de mi mujer, mi familia, mis amigos; hasta mi perro con su triste aullido,
todo lo prometido por hacerse, hoy por hoy esta perdido;
solo queda una débil esperanza, de que algún día llegaría el alivio,
de regocijarnos en abrazos de dicha porque estaríamos juntos, muy unidos;
los únicos sueños que ya nos quedan
porque los demás se los han robado estas malditas cadenas infames del secuestro.

Y vosotros los infames que aprisionáis con vuestras cadenas nuestras manos,
no podéis aprisionar nuestros sueños
con ellos viajamos a través de nuestras vidas, nuestras casas, nuestros campos,
al confín del universo, y en ellos somos libres, y con ellos nos regocijamos
no importando que al despertar, nuestros sueños sean robados o sean extraños.
Y vosotros los infames que aprisionáis, con vuestras cadenas, nuestros pies:
no podéis aprisionar nuestros pensamientos,
con ellos también somos libres; con nuestras almas volamos
y buscamos las almas de los seres que nos aman
y nos fundimos en un gran abrazo espiritual para alentarnos;
con nuestro pensamiento creamos el sendero de amor
por donde, con nuestras almas gemelas, caminamos;
no importando que al volver de nuestros pensamientos
nos veamos encadenados;
y vosotros los infames que encadenáis nuestro cuerpo;
no podéis encadenar nuestras lágrimas
ellas son bálsamo que reconforta y limpia el espíritu;
porque lloramos al valorar todo el amor que se nos ha dado
y lloramos por el que no supimos dar,
pero con nuestras lágrimas lo hemos comprendido y encontrado;
lloramos por lo inocuo de nuestra lucha por lo material,
lloramos porque aprendemos de la caridad que nunca valoramos;
lloramos por la indulgencia que para vuestro perdón,
para vosotros infames, necesitamos daros.

Y vosotros que enarboláis las cadenas del secuestro y de la muerte, como estandarte;
¿Acaso creéis que estáis menos secuestrados o muertos que los que torturáis?
Son vuestras cadenas, las razones por las que secuestráis o matáis;
nunca podréis volverlas verdad, porque ellas por su propia infamia se caerán;
son vuestras cadenas, el sufrimiento que a vuestros torturados causáis
porque son cadenas de conciencia con los eslabones mas duros que podáis encontrar;
son vuestras cadenas el sufrimiento de vuestras familias que con vuestra indolencia les dais
son vuestras cadenas, la prisión en que vivís, para el torturado cuidar;
son vuestras cadenas el acecho a que esta sometido tu vil obrar;
y son vuestras cadenas, tus propios miedos que día a día te aprisionan, y te encadenan más y más,

Y a todos vosotros infames, que sois mercaderes del sufrimiento y la vida;
que contribuís con la miseria y la pobreza cuando ostentáis el poder con sevicia;
que os lucráis de los recursos del pueblo para satisfacer vuestra avaricia;
que manipuláis la ignorancia y dejáis sin salud, sin un techo, sin una escuela a miles de familias;
que tomáis cual estandarte la corrupción, el trafico de influencias; vuestra vil plegaria día a día.
También cerráis los grilletes de las cadenas, de la infamia, sobre la vida misma;
porque matáis los sueños de los niños, sometiéndolos a la ignorancia, ala ignominia;
porque al hombre justo le quitáis las esperanzas de una vida digna.

En la verdad esta la grandeza de la libertad;
y esa libertad esta más allá de esta vida terrenal.
Ya no existen más los miedos, ya no puedo mas llorar
todo sufrimiento acaba, se desvanece, en la dulzura de la paz;
ya no siento las cadenas, ellas ya no están,
es un vago recuerdo, en el pensamiento del mas allá.
Puedo con mis manos los espíritus tocar;
recoger las dulces y sentidas lágrimas que vuestros corazones dan;
y aliviar en paz y armonía a la misma soledad.
Ya no existen más los miedos, el dolor acaba ya;
el perdón es la sinfonía de la oración celestial.

JELPENSADOR.
E=MAIL: jaechlepe@msn.com
Por favor si este escrito les intereso, háganselo llegar a otras personas, lo importante es crear conciencia.

JAIMILLIN55 dijo...

A PEREIRA

Como un pedazo de alma de Quimbayas
sentimientos de recuerdos Cartagueños
nace a nuestra Colombia bella.
dadiva de Antioqueños y Caldenses
una Pereira grande, tan grande
como el pensamiento de sus gentes.

Bandera de recuerdos, marcha triunfal hacia el futuro,
como una muestra de tierra montañés.
Remigio Antonio Cañarte, Francisco Pereira Martínez,
así como José Maria Hormaza y Don Elías Recio
los primeros pasos del Pereirano y su orgullo.

Pequeños ranchos de paja, una capilla con 78 esperanzas
dan fe de la tradición española,
de la vieja Colombia su estampa.
Ellas, primeras gotas de un manantial cual gran bonanza
hoy miles de sonrisas, puertas de la alegría Pereirana.

Dos lagrimas: El rió Atún y rió Consota,
dos riveras nuestras aguas.
Dosquebradas, Santa Rosa, Marsella, la Virginia,
Balboa, Salento, Filandia, municipios en conjunto
Para formar a Risaralda y acompañarla.
Cartago, Alcalá, Anserma Nuevo, municipios del valle,
nuestras tierras aledañas.
Geografía al portento de Pereira, cual pedazo de montaña.

Desde una pequeña economía, hasta el sinigual cafeto;
desde una pequeña aldea hasta un gran edificio en el comercio;
desde una tribu indígena, hasta unos Marulandas en recuerdo;
desde una familia humilde, en uno de sus barrios marginados,
con sus un y mil sufrimientos;
hasta los mismos Mejias y Trujillos señores y soberanos de nuestro pueblo,
hacen llamar a Pereira; la ciudad de los pasos gigantes
ante lo arduo del progreso.

Hoy se habla de cultura, educación,
muchas buenas obras; todo siempre va marchando;
derroche de fiestas y folclores,
familias con su privilegio danzando;
alabanzas de mil fotos en colores, periódicos sonrientes
y hermosas letras de escribanos;
siempre los festines a lo grandioso,
quedando atrás lo que se mancilla
y hoy por hoy estará olvidado.

Ya son muchas obras por las que Pereira ha luchado:
bellos barrios residenciales, coliseos, estadios;
todo el cortejo de un gran comercio, políticos,
grandes señores, todos como el oro están brillando.
Hay también barrios tristes, en las márgenes de la gran ciudad;
los llamados barrios marginados,
que no disfrutan de ningún privilegio
porque el hambre y la sed de sus estómagos los están disecando.

Muchas escuelas para educarnos,
varias universidades con mil profesionales
el intelecto disputando;
facultades que se crean para prevalecer el padrinazgo
del carrusel de los mismos políticos;
familias gobernantes del pueblo Perirano.

Pereira, una ciudad con miles de sonrisas
y un libertador cabalgando;
varios parques, un zoológico, un aeropuerto
y muchas iglesias al Pereirano acompañando.
Avenidas, teatros repartidos entre el pueblo
y los señores seleccionados;
un ejército y fuerzas especiales
que por la seguridad están velando.

Un barrio empobrecido con casas de cartón,
llenas de miseria y añoranzas,
un barrio empobrecido y cien niños
con el hambre en sus miradas,
un asesino en una moto, tres atracadores en mansalva,
los especuladores del pueblo,
cientos de desplazados;
procesión que marcha y marcha
y a nuestra Pereira siempre acompaña.

En los goces del festejo, globos se elevaran por los aires;
conjuntos de bandas musicales y artistas
festejaran en gran contraste.
Mientras que locos, travestís, prostitutas y pordioseros
seguirán por nuestras calles;
mientras un gamín tumbara los mangos de los parques;
mientras todavía siguen con su danza boba
los tristemente llamados desechables.

Y muchas prosas a Pereira Yo podría rimarle
para con sus alegrías y tristezas acompañarle.
Rimas para las caminatas y grandes cabalgatas,
rimas para las curules estampadas
y la política que nunca falta,
rimas para los artistas y el derroche de sus fanfarrias,
rimas para los conciertos y las comparsas
donde la gente se regocija,
y se olvida del hambre y la miseria
que también nos acompaña.



JELPENSADOR


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